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IGLESIA DE SAN MIGUEL DE LOS NAVARROS (ZARAGOZA) |
Los tres vanos de los paños centrales son los que van escoltados en los laterales con las cruces flordelisadas recruzadas ya vistas en páginas anteriores.
La ventana correspondiente al paño derecho tiene un amplio derrame con una primera arquivolta abocelada y dos interiores en escocia. 2 3 4 El medallón del tímpano presenta una labor de tres que da lugar a formas geométricas combinadas con formas trilobuladas caladas que se completan con otras tres del mismo tipo en laterales y parte inferior. El motivo es idéntico al que aparece en uno de los óculos de las capillas de la iglesia de la Virgen de Tobed.
El doble arco interior abre en arco mixtilíneo con una fina moldura exterior resaltada. En cuanto al antepecho, también aquí se repite un motivo desarrollado en el antepecho de uno de los ventanales de Tobed. Se trata de una lacería calada a base de labor de seis que genera estrellas de seis puntas. 6 7 La siguiente ventana abre en el paño central del ábside. De estructura similar a la anterior, se compone de una arquivolta exterior abocelada y dos interiores en escocia. 8 9 10 En cuanto al motivo del medallón, parte de un lazo de cinco con prolongaciones curvas de sus brazos que se anudan en la cinta exterior.
Los arquillos interiores presentan forma mixtilínea con doble abertura en la parte superior. El motivo del antepecho ya lo hemos visto en el primer ventanal. Se trata de una labor de ocho que da lugar a estrellas de ocho puntas. 12 13 Esta tercera ventana corresponde al paño izquierdo del ábside. Al igual que los anteriores, presenta al exterior un bocel y dos escocias que cobijan el vano. 14 15 16 El medallón es un motivo que parte de un lazo de seis para prolongar sus brazos hacia el exterior en formas curvas que se anudan en la cinta exterior. El mismo motivo se puede ver en el óculo pintado en el coro de Cervera de la Cañada, obra de Mahoma Ramí.
Las yeserías del antepecho las conforman una malla de estrellas de seis que se entrelazan para continuar hasta el infinito, como suele ser habitual en el arte mudéjar. 18 19
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