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webmaster: José Antonio Tolosa (Zaragoza -España-) |
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CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA HUERTA (TARAZONA) |
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Si todo lo visto hasta ahora hacen de la Catedral turiasonense uno de los conjuntos artísticos más relevantes de Aragón, no quedan a la zaga las diversas capillas que abren, tanto a las naves laterales como a la girola. Escapa a la temática de esta web la descripción de las mismas, aunque como muestra de su relevancia me ha parecido interesante incluir al menos algunas fotografías de dos de ellas. La primera, la de la Inmaculada Concepción, o de la Purísima, ocupa los dos primeros tramos del lado del Evangelio de la girola, con acceso a través de sendos arcos apuntados, y es el resultado de la ampliación y reforma de la capilla medieval de la Trinidad o del Crucifijo, fundación de d. Lope Conchillos, por su sobrino fray Jaime Conchillos, obispo de Lérida.
En su interior, además del espléndido retablo obra del escultor Juan de Moreto, encargado y sufragado por el mismo fray Jaime en 1535, destaca el doble mausoleo erigido en su muro frontal que cobija los sepulcros de d. Lope Conchillos, deán de Tarazona y Jaca, fallecido en 1486, y de su sobrino d. Gonzalo Conchillos, canónigo de Tarazona y también deán de Jaca, muerto en 1519. Bajo un amplio arco conopial se desarrolla una bellísima composición en yeso “a lo romano” que se articula a partir de la divisa familiar de los Conchillos (tres conchas coronadas por una cruz flordelisada) en el centro que separa dos series “a candelieri” sobre los arcos que cobijan los yacentes de tío y sobrino. 2 La segunda capilla está bajo la triple advocación de los Santos Prudencio, Lorenzo y Catalina y abre en la girola a continuación de la anterior. Mandada construir por el obispo Pedro Pérez Calvillo tras la guerra de los Dos Pedros, guarda en su interior su sepulcro y el de su hermano, el cardenal Fernando Pérez Calvillo. Su frente lo ocupa un monumental retablo obra del pintor zaragozano Juan de Leví, sufragado por los Pérez Calvillo y pintado entre 1401 y 1408.
Con este retablo se introduce en la pintura aragonesa el gótico internacional. Realizado al temple sobre tabla, el estilo pictórico de Leví se caracteriza por un dibujo nervioso a la par que minucioso, preciosista, de gran refinamiento y rellenado con una amplia gama cromática.
En su disposición actual (el retablo ha sido desmontado y montado en varias ocasiones a lo largo del siglo XX) el retablo cubre todo el muro de la cabecera de la capilla. Está formado por banco de nueve casas y un cuerpo compuesto en realidad por tres retablos en uno, ya que consta de nueve calles en total, tres para cada uno de los Santos titulares, cuyas imágenes de cuerpo entero ocupan las respectivas calles centrales siguiendo una ordenación jerárquica que sitúa el de San Lorenzo en el centro, el de San Prudencio a su derecha y el de Santa Catalina a su izquierda.
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