un recorrido por el arte mudéjar aragonés
webmaster: José Antonio Tolosa (Zaragoza -España-)

LA ALJAFERÍA (ZARAGOZA)

Pinturas de la "Historia de Jaufre"


La primera noticia documental que tenemos sobre la representación de la “Historia de Jaufre” en el Salón de los Mármoles, es una carta que el rey Pedro IV remite el 23 de febrero de 1352 al merino Juan Jiménez de Huesca, en la que menciona el arreglo del suelo de la “cambra morisca” en cuyas paredes se encuentra pintada la “Istoria de Jaufre”; también deberán ser arrancadas todas las losas de piedra de mármol, ordenando luego “enrajolar y trespolar” la estancia.

Hasta la restauración de 1998 se conservaban en el muro norte de esta Sala de los Mármoles unas zonas con restos pictóricos muy perdidos que se creía eran parte de la decoración musulmana del palacio, puesto que cuando se descubrieron en los años sesenta apenas se tuvo cuidado de ellas, apreciándose todavía las marcas de los instrumentos con los que se decapó la pared. La última restauración ha permitido recuperar en lo posible la composición pictórica, aunque en estado muy alterado, tanto por su exposición a las inclemencias del tiempo por ser este Salón un espacio abierto, como por la presencia de varias canaletas de desagüe colocadas sobre las pinturas, lo que generó grandes focos de humedades. La composición consta de tres frisos que narra la historia seriada, de la que únicamente se han conservado las dos zonas del muro norte.

Pero ¿cuál es esta “Historia de Jaufre” a la que se refiere la carta, y que decoraba la estancia?. La referencia documental ha permitido identificarla como la narración redactada por fray Gaufredo Malaterra de las hazañas de los hermanos Roberto y Roger Guiscardo, este último primer conde de Sicilia, y las de su hijo, el rey Roger, compuestas por encargo del conde.

El porqué se utiliza esta narración como motivo decorativo en la primera mitad del siglo XIV, podría estar ligado a la política mediterránea que había buscado la legitimación de la Corona de Aragón frente a la Casa de Anjou en los derechos hereditarios adquiridos por alianzas matrimoniales con los titulares de Sicilia desde la boda de Constanza, hija de Manfredo, con Pedro III. La revuela de 1282 en Palermo, conocida como Vísperas Sicilianas, contra los franceses de Carlos de Anjou, el sitio de Mesina y la derrota de las tropas francesas por Pedro III de Aragón el 30 de agosto del mismo año, marcaron el inicio de la Casa de Aragón en territorio siciliano.

Es poco probable, aunque no descartable, que la historia narrada se refiera a un romance de materia artúrica escrito en occitano que narra las aventuras y hazañas de Jaufré, personaje ficticio, en implacable persecución de su enemigo Tablante de Ricamonte, en una sucesión de pruebas cuya superación dotaba al héroe de las virtudes necesarias para salir airoso de su empresa.

La diferencia cronológica entre la composición trovadoresca de la segunda mitad del siglo XII y el palacio mudéjar de Pedro IV se antoja excesiva para que se trate de la misma historia, más si se tiene en cuenta que esta historia dejó de narrarse y representarse por los trovadores a partir del siglo XIII; además, su iconografía se corresponde plenamente con el estilo mudéjar del XIV.

 

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