Iglesia de la Asunción de Muniesa

La iglesia actual tiene planta de tres naves de cuatro tramos más capillas laterales comunicadas entre sí, lo que le confiere aspecto de cinco naves, con coro alto a los pies levantado tras la Guerra Civil de 1936-39. Es obra barroca comenzada a edificar en 1674 por el maestro albañil Juan Filiú natural de Lécera. Las obras, ampliaciones y capillas se prolongaron hasta finales del siglo XVIII.

Antes de continuar con la descripción del interior del templo hay que matizar que durante esta contienda el templo fue incendiado, lo que le causó daños tan graves que llevaron a tener que reconstruir prácticamente en su totalidad la decoración interior y a renovar el mobiliario litúrgico que quedó totalmente devastado. El crucero cubre con cúpula con linterna sobre pechinas, mientras que los tramos de las naves lo hacen con bóvedas vaídas y el presbiterio con bóveda de medio cañón con lunetos. El retablo mayor es obra del año 1954 realizado por la Casa Navarro de Zaragoza, ya que el anterior del siglo XVIII quedo destruido en el incendio del templo. En el centro destacan las imágenes de la titular, flanqueada por las de San José y San Joaquín.

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De las ocho capillas que abren en los laterales de los cuatro tramos de la nave me llamaron la atención por su decoración cuando visité el templo dos de ellas, intercomunicadas entre sí, que bajo la advocación de la Virgen del Rosario y de la Virgen de la Cama abren respectivamente en los tramos tercero y cuarto del lado de la Epístola.

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La de la Virgen del Rosario tiene planta cuadrada y abre a la nave mediante arco de medio punto. Los muros están pintados simulando piedra sillar de color crema con líneas de separación blancas. Se imita el despiece de soga y tizón, decorando las cuadradas con cruces patadas. Las pechinas de la cúpula apean en medallones en dos de los cuales se recuerda la fecha en que fue destruida la capilla y en la que se reconstruyó. En la primera se dice: “DESTRUIDA ESTA CAPILLA POR EL INCENDIO DE LA IGLESIA EN AGOSTO DE MCMXXXVI” y en la segunda: “SE TERMINO DE RECONSTRUIR Y DECORAR EN MARZO DE MXMLVI”. A la vista de las inscripciones no es posible definir si la decoración actual se corresponde con la anterior que fue restituida o se redecoró con nuevos motivos. Cubre la capilla con cúpula ciega sobre pechinas decorada con motivos en yeso de tipo claramente barroco. En las pechinas están representadas escenas bíblicas.

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Contigua a la anterior abre la capilla de la Virgen de la Cama, también en sencillo arco de medio punto. Lo que principalmente llama la atención en esta capilla es la decoración de sus muros en estilo mudéjar y los dos óculos que se abren en el muro derecho que cierran con labores de yeserías. La superficie de los muros se cubre con el clásico motivo de las iglesias mudéjares a base de simulación de despiece de ladrillo y de piedra sillar a soga y tizón en bandas dobles blancas, rellenando los tizones con el también muy repetido nudo doble. Se cubre la capilla con bóveda de crucería estrellada con los plementos pintados también en despiece de ladrillo. Las claves se decoran con motivos florales. Los nervios apean en cuatro ménsulas, bastante deterioradas, con forma de figuras de querubines.

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Rompiendo la primera de las bandas dobles en el muro derecho se abren dos pequeños óculos con yeserías caladas que desarrollan un motivo en forma de estrella de ocho puntas con los lados en forma lobulada.

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Una placa colocada en el mismo muro derecho nos precisa el nombre del fundador d la capilla, Mosén Antonio Serrano de Nuez, y la fecha de construcción, 1593: “ESTA CAPILLA FUNDO, DOTO Y ADORNO MOSEN ANTONIO SERRANO DE NUEZ, CRIADO DEL REY DON PHELIPE NRO SR Y CAPELLAN DE LOS REYES NUEBOS D T Y DEXO RENTAS A EL CAPELLAN Y FABRICA DELLA CON OTRAS MEMORIAS Y LIMOSNAS A GLORIA Y HONRA DE DIOS NRO SÑR. ACABOSE LA OBRA AÑO MDXCIII”.

La capilla formaba parte de la primitiva iglesia, y como tal se nombra en una visita pastoral que se realiza en 1656 cuando se habla de la iglesia: “Tiene cuatro capillas, dos colaterales, una sola ynvocacion de Todos los Santos, la otra Sta. Águeda. Las otras dos, una de S. Laurençio, otra de la V del Rosario. Solo la de S. Laurençio es de patronato laycal. Es de la familia de los Nueces y Serrano”. Como se ve, se cita la capilla de San Lorenzo y como propietaria la familia del citado Antonio Serrano de Nuez.

Es posible que esta primera iglesia mudéjar ocupase el espacio entre la torre hasta esta capilla, que quedaría a los pies del templo. En este caso, los ventanales cegados de los muros laterales de la capilla estarían abiertos iluminando el interior ya que quedarían encima de las capillas laterales que se abrirían entre los contrafuertes de ese tramo de los pies. Indudablemente, esto solamente son conjeturas que de momento no se pueden confirmar.

Independientemente de lo anterior, la decoración de estilo mudéjar que ornamenta esta capilla debe de considerarse como moderna, dentro de un neomudejarismo realizado en las obras de reconstrucción del templo después de la Guerra Civil, lo que no excluye que se hiciese así porque quedaron restos o había constancia de una primitiva decoración de este tipo.

Ya fuera del conjunto de la iglesia merece la pena detenerse a observar el edificio que se levanta a la izquierda de la fachada principal, junto a la torre. Se trata de una construcción renacentista, posiblemente perteneciente a la familia Val, del que solamente se conserva parte de la fachada delantera. En él se ubica actualmente el Centro Cultural Miguel de Molinos.

En la parte superior se puede ver la clásica galería de arcos doblados, típica de los edificios renacentistas aragoneses. Son vanos doblados con antepecho liso separados por pilastras cajeadas con decoración en el rehundido de pequeñas aspas formadas por cuatro pequeños ladrillos dispuestos a sardinel, al igual que los enmarcados de los vanos de los cuerpos tercero y cuarto de la torre, de la que tal vez copiaron el motivo.

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	Mapa interactivo de la Comarca de las Cuencas Mineras

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