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IGLESIA DE SAN PEDRO DE LOS FRANCOS (CALATAYUD) |
En el ábside central abren tres grandes ventanales en arco apuntado y uno en cada ábside lateral, todos con parteluz central en forma de pilar de base octogonal. La luz de estos ventanales se tamizaba con celosías de yeso tallado. El pequeño óculo central de la parte superior se cubre con un sencillo motivo cuadrilobulado. 1 2 Son dos los motivos que se desarrollan en los huecos de los vanos ambos comunes en el siglo XIV, y que podemos ver por ejemplo en las iglesias de la Virgen de Tobed, San Miguel de los Navarros de Zaragoza y en la más cercana de San Benito en la propia ciudad de Calatayud. Aunque muy deteriorados se observa perfectamente como el primero se trata de una labor de cuatro hexagonal que se genera mediante pautas de rombos verticales hasta formar una estrella de dos puntas verticales y cuatro horizontales que por prolongación de los lados se rodea de hexágonos regulares. 3 4 El segundo es un motivo que parte de un lazo de cuatro octogonal y que da lugar a una malla de estrellas de ocho puntas de ángulos exteriores obtusos e interiores rectos y agudos alternativamente y cruces apuntadas de brazos iguales. Gonzalo Borrás dice que este segundo motivo sustituyó al primero en estos ventanales en la reforma barroca de 1660, aunque parece más lógico que desde un principio se planteasen temas de lazo diferentes para los ventanales, algo totalmente normal en las iglesias mudéjares medievales. 5 6 7 Por encima de los contrafuertes corren sin interrupción en todos los paños visibles de los ábsides bandas de cruces de múltiples brazos formando rombos ribeteadas en horizontal por sendas líneas de esquinillas simples. 8 9 Rematan los ábsides cornisas a base de ménsulas de ladrillo en saledizo propias de las construcciones mudéjares del XIV y XV. Este sencillo programa decorativo de los ábsides es idéntico al de la torre de San Pablo de Zaragoza que se data entre los siglos XIII y XIV, por lo que Gonzalo Borrás considera que esta iglesia se construyó en torno al año 1300, fecha muy adelantada a la de la mayoría de iglesias mudéjares conservadas cuya cronología va de la segunda mitad del siglo XIV a la primera del XV.
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